El pensamiento crítico es la manera de formar el puzzle de la fisioterapia siguiendo el marco actual de la ciencia, y ahora da un paso más.
Fisioterapia sin Red (FSR), la asociación sin ánimo de lucro que nació en 2012 para impulsar el pensamiento crítico en fisioterapia, se convierte en el subgrupo de pensamiento crítico de la Asociación Española de Fisioterapia (AEF-PC).
Un subgrupo que hace realidad a “una competencia fundamental contemplada dentro de las guías de organismos oficiales como la propia Confederación Mundial de Fisioterapia (WCPT)”, como señala el Presidente de la AEF, Fernando Ramos. Nos añade además que “el colectivo debe estar unido y crear fortalezas entorno al asociacionismo”.
El objetivo principal de esta corriente de pensamiento es desarrollar y mejorar la Fisioterapia.
Rubén Tovar, Presidente de la AEF-PC, explica que gracias a este subgrupo se logrará la “divergencia de opiniones y el debate interno, enriqueciendo la profesión al tener diferentes posibilidades de tratamiento presentando argumentos”. Una meta en beneficio de la población ya que, a día de hoy, la sociedad tiene el pensamiento crítico presente y “valorará más a un fisioterapeuta que le ofrezca varias opciones terapéuticas y se las razone con la ciencia actual”, según señala la Secretaria de la AEF-PC, Aurora Araujo.
En esta evolución científica, reafirma Nestor Requejo, Tesorero de la AEF-PC, que “una de las labores del personal sanitario es educar a la población en el buen uso de los recursos terapéuticos que tiene, porque está en el compromiso ético de cualquier profesión”.
Entre estos recursos pueden aparecer supuestas soluciones desde pseudociencias. Respecto a un plan regulando su práctica, Rubén Fernández, Vocal de la AEF-PC manifiesta que “es una defensa de la libertad del paciente para poder decidir con qué terapia tratarse. Pienso que para que una persona pueda tratarse libremente, primero tiene que estar bien informado”.
Hacia la educación se dirige Tomás Pérez, Vocal de la AEF-PC, animando a los estudiantes “a que adopten el camino de ser críticos y no aceptar que tenemos que pensar todos igual”. Ya que la evaluación desde el razonamiento de cada acto del fisioterapeuta con un paciente “da mucha satisfacción”.
Cabe recordar que un porcentaje muy alto, en torno al 80% de la práctica de fisioterapia se hace en ámbito privado. Eso da la oportunidad al ciudadano de elegir el tratamiento que piensa que necesita “existiendo el riesgo de que aparezcan modas sociales en poco tiempo porque una persona célebre promocione una técnica y de repente los usuarios la demandan y eso hace que no sea posible un proceso de reflexión sobre la eficiencia y coste/efectividad de esa intervención”. Según apunta el Vicepresidente a de la AEF-PC, Eduardo Fondevila.
Para el futuro, una de las tareas pendientes en fisioterapia es unificar los criterios en la población bajo el pensamiento crítico para mostrar el potencial de la profesión.
