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Leer este texto, ver la imagen que aparece en él y escuchar sus narraciones se lo debes a tu sistema nervioso. La principal razón de su existencia: ¿el movimiento?

El cráneo de los seres humanos alberga en su interior una protuberancia de células. Estas células inicialmente eran sensoriales y motoras a la vez, es decir, eran capaces de sentir los estímulos que recibía el organismo al mismo tiempo que tenían la capacidad de enviar una orden para contraer un músculo. La evolución, nos llevó a separar estas funciones y aparecieron unas células intermediarias llamadas interneuronas, que coordinan la relación entre las neuronas sensoriales y motoras.

Cada día al despertar por la mañana, esa protuberancia llamada encéfalo, comienza a generar una actividad eléctrica y química diferente a la que había durante el sueño. Consume un 20% del gasto energético total del cuerpo y te permite realizar todas las actividades de tu día a día de una manera consciente, y a veces inconsciente.

El encéfalo es una parte del sistema nervioso que junto a la médula espinal forman el sistema nervioso central (SNC). La médula es una estructura menos abultada que el encéfalo y se extiende a lo largo de toda la columna vertebral.

La evolución ha situado algo tan importante para el funcionamiento del organismo, bajo una protección óptima que aumenta su seguridad. El cráneo protege al encéfalo y la médula espinal se encuentra rodeada en su recorrido por las vértebras y estructuras que forman la columna vertebral. Además, la protección aumenta con la presencia de unas membranas que rodean el SNC llamadas meninges (duramadre, aracnoides y piamadre), y un líquido que baña el SNC llamado líquido cefalorraquídeo, actuando de amortiguador de los golpes y movimientos bruscos. Este líquido sirve de muestra en algunas pruebas diagnósticas donde se analiza su color y composición, para aportar información útil en el proceso diagnóstico de una enfermedad.

El sistema nervioso central contiene más de 100 mil millones de neuronas. ¿Cómo lo sabemos?, ¿podemos contarlas?. Suzana Herculano Houzel, es una neurocientífica que se preguntó cómo contar las neuronas, y nos muestra en esta charla algunas conclusiones interesantes a las que llegó sobre el cerebro humano.

Nuestras neuronas se conectan entre sí a través de sus prolongaciones, estableciendo una red por la que fluyen impulsos eléctricos y químicos que nos permiten transmitir la información.

El sistema nervioso central se conecta con todo el organismo a través del sistema nervioso periférico (SNP), formado por los nervios que salen de la médula llegando a todos los espacios del cuerpo. De esta forma transportamos información desde la periferia hacia el SNC y del SNC hacia la periferia, estando en contacto con el medio en el que nos encontramos. El principal motivo para subdividirlo en sistema nervioso central y periférico es la mayor protección que presenta el SNC, estando más arropado que el SNP debido su importancia.

En la naturaleza, entre todos los seres vivos ninguna planta posee sistema nervioso. Sin embargo, los seres humanos necesitamos reproducirnos, alimentarnos, huir, necesitamos movernos para sobrevivir. La razón evolutiva de que los seres humanos necesitemos un sistema nervioso y las plantas no lo tengan, ¿es el movimiento?.


Neuroscience, H., Herculano-houzel, S., & Barton, R. (2009). The human brain in numbers : a linearly scaled-up primate brain, 3(November), 1–11.

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