Esta prueba consiste en recorrer caminando la mayor distancia posible en 6 minutos y tiene como objetivo, valorar la capacidad de ejercicio funcional de una persona.
En una superficie plana donde no existan obstáculos, con una longitud conocida como puede ser el pasillo de un hospital, la persona caminará tan deprisa como pueda y después se medirá la distancia recorrida en metros.
Es una prueba sencilla que requiere poco equipamiento, pero en pacientes con patologías cardiopulmonares o aquellos que presentan disfunciones del movimiento, es muy útil para aportar datos sobre su rendimiento aeróbico. Estos datos son importantes para establecer un diagnóstico y un pronóstico de su evolución.
Un ejemplo del uso de este test, es en la rehabilitación cardíaca, donde el fisioterapeuta la utiliza al inicio y al final del programa de entrenamiento que realiza el paciente.